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martes, 1 de noviembre de 2011

Señora, querida ñora.


Chicos! No sabes, hoy volví a pasar por el hogar. Los nenes están muchísimo mejor, hay uno muy educado que ya casi esta para adoptar. Pensar que cuando entro apenas sabia insultar y tirar patadas, y ahora, lo vemos, gracias a Regina y en gran parte a la voluntad de sus manitas, que así de chiquitas como la sabia tener, servían de gran ayuda para cucharear la escoria que queda en la rejilla de la pileta cuando terminaban de lavar los platos. Un lunes!, pero así aprendió a no acariciarle las tarlipes al coker de la vecina.
Lotrodía vino una familia, muy buena, del interior, de un pueblo que se llama Villa Calaña, o General Fogata, a 200 kilómetros de Uruguay (todo esto se torna lógico, si miramos el mapa físico-político de América del Sur n°3 acostado, como si Uruguay colgara de Argentina y estuviese a punto de caerse, claro está. Ahí si, Uruguay sentiriase amenazado, cesarían sus reclamos y soberbia independentista y pasarían a ser provincia Argentina, como dicen los libros. Nosotros mostrándonos en férrea oposición, haciéndonos los otros, como si dijéremos “ahora no quiero nada, pasa más tarde, no sé, en 1 mes nos juntamos y charlamos de estos temas tan agridulces, ahora estoy con un problema de sensibilidad en los codos que me tiene sustraído de razón, déjamelo ver, cualquier cosa te llamo". Pero Uruguay pendía de un trechito nomas, se movían un poco más las placas tectónicas como decía Horangel y mientras leían el diario y tomaban mate de una pezuña de toro, los charrúas, ante el vaivén# de su plataforma e invadidos por la incertidumbre (# no el de caderas que oraba la agrupación "Maná")  se desayunarían las bolas, que ante tal atropello del accidente geográfico, se habrían dirigido, cobardemente, hacia el punto en que el esófago y la garganta se hermanan para ser testigos del paso del bolo alimenticio)
Esta gente quería llevarse a Sergito, así como te lo digo! Decir que estuvo con un problema de paperas y todavía no se lo llevaron, pasan en dos semanas, calculamos que una semana la papera ascenderá y en la semana que nos resta, descenderá haciendole gala a la ley que ruega que lo que sube, baja, naturalmente (salvo cuando de escaleras mecánicas se trata).
Le ofrecimos a Leo, el más chiquito. Ya casi que no da pie con bola, pero queríamos ver si pasaba por bueno. La familia quería estar reunida un rato con él para medirlo, raro. Dijeron que era por cábala, que habían leído en un libro que todos los nenes que van a vivir hasta, por lo menos, los 45 años tenían que tener, a los 4, una distancia del pecho a las rodillas de por lo menos el 75 por ciento de la superficie total del cuerpo, tenían una tablita de colores dependiendo la edad del crio, cosa de mandinga.
 De mandinga, che, fue como decía Fanny, nos tuviésemos que haber dado cuenta antes, en que descuido hube caído. Mirale el lado positivo el siempre tanto con el plástico, tanto con el plástico, decí que la cuenta, para algún lado le iba a pegar. Tendrías que haber viajado antes. Se lo veía completo con sus zapatos azul clarito, e un plástico tan grueso que Leito no se paraba de quejar de que el sol le pegaba en la punta del botín y le derretía el cubre bigotes de plastico. Plastico versus plástico. Un ejemplo de plástico bueno-plástico malo, en tupper bueno, en botín malo.
Sentimos como si se acercase un tercer domingo de marzo y un feriado puente, todo junto. La misma felicidad que cuando nos arremetemos a comer una mandarina gustosa o una frutilla en época, y tanto gusto, tanta satisfacción es difícil de manejar y optamos por deglutirlos mecánicamente, sin reparar.
La última vez que lo vimos te fuiste muy mal, pobre de tu suerte, estaba histérico, él no suele, pero esa vez quería ver en mesa, decile desconfiado, decile lo que quieras, pero las quería ver en mesa y estaba en todo su derecho, vos Sabés.
La psicopedagoga nos había adelantado algo por teléfono, pero después de la charla medio que se hizo la tonta, como que no le quise seguir preguntando mucho. Para no amargarla más que nada, quien soy yo para angustiarle el día, para despotricarle la rutina, si al fin y al cabo tenemos que salir de urgencia a las 3 de la mañana, pedirle la camioneta al Zoncito y encarar a la clínica más cercana para que a Leito le saquen las tuercas y arandelas que se clavaba justo detrás del paladar, en el hocico, donde van los restitos de comida y el chirolaje para el colectivo (va no sé, es algo que noté cuando hable con ella, y vos no vas a notar nada de la situación porque ni estuviste y te lo estoy contando, así que dignate a pretender que esta apreciación mía debe ser tomada como verdad y una generalidad en el resto de los que la lean. Sé que no estás sola cuando repasas con esa desprolijidad propia de tus ojos rebeldemente viscos, mis sensaciones de mi más próximas visita , y que tenés una platea de gente ahí atrás que no sabe ni interpretar un haiku). 
Gustavito, Rodrigo y Milagros te mandan muchos cariños, ellos siguen compinches como siempre. Andan a los abrazos y dicen que quieren jugarte a la payana, y a la mancha, no sin avivar sus voces para que cada rincón del orfanato u orfanato se entere de que te van a romper bien el orto, dios mediante! Acá les tuve que hacer una llamada de atención y me vi obligado a amonestarlos severamente.
 Cesar, siempre dando la nota, muy desprendido cuando de notas se habla, solidario como pocos, nunca te va a negar un Do, un re#m7, si lo enganchabas más rebuscado, dijo que el país está como está por gente como él y que a esta yegua hay que sacarla del poder cuanto antes, con los pies para adelante, de lo contrario, es cuestión de tiempo para que nacionalicen y expropien el cereal/snack de bolitas de colores, que no llegan a ser frutsloops, ni le da para chizito, indignado. Siete añitos tiene, podes creer?
 Tincho se compró el sombrero, el de la tele, el que usa Brigitte, lo vi sonreir así de generoso nomas cuando la Srta. de jardincito le comento al pasar que sus padres se habían suicidado y que como último deseo le dejaban un palpito, una fija en la quiniela, el 4612 a la cabeza en la nocturna de Montevideo,  pero que casi seguramente correría en un futuro, más o menos cercano, la misma suerte que quienes, ayer nomas fueron sus padres y que hoy forman parte de la praxis misma y no están más físicamente, pero viven en nuestros corazones y sus almas lo iban a cuidar cuando se encomienden al sueño, se tapen y algunos jubilados, desvelados por las drogas, le quieran chupar los pies por debajo de las sabanas, tipo cuatro, cuatroymedia de la madrugada.
La próxima que valla te cuento más, me agarraste hoy con un día que...puf, va, nada, mejor, andá, seguí con la tuya y patea siempre para el arco que tiene trampa y la pelota entra por el costado de la red.


P.d: Patricia, mañosa como jubilada con cáncer, ya ni el té quiere preparar. El otro día la vi atando todos los saquitos a una chancleta de temporada e introduciendo esta última en una palangana del mismo tamaño de la que se ve en el folleto, todo con agua tibia y un mal gusto que me hace confundir a la C, con la Z y a esta última, con la S.

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