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martes, 31 de mayo de 2011

Cadete


Caminar, básicamente eso. El cadete se resume a sí mismo en una acción, en un verbo, una sola palabra que asume poco pero que implica mucho.
Nosotros, el cadete, empeñamos  y realizamos lo que nadie quiere, vamos de acá para allá con muchas direcciones a ningún lugar. Tucumán 385, Talcahuano y Lavalle, Perú 263, J. D. Perón 1411 o Chonino al 1400 (Si Chonino es una calle en honor a un Perro de la Policía Federal que el 20 de junio de 1963 murió luchando. Como un héroe, como deberían envidiar morir todos los perros burgueses que se esconden detrás de un pulovercito de lana, que llevan gracias a sus complacientes dueños para poder afrontar el invierno que se viene, y que solo encuentran el final tras un cobarde decaimiento de caderas, algún tumor, o solo depresión. Los perros se deprimen, y hay psicólogos y todo el tema. De la pantalla de velador que le ponen no se sale cuerdo, era obvio)
 La insalubridad de un trabajo, a mi caprichoso entender, no radica en limpiar baños o vender packs de internet a España mediante el uso del Español duro, preciso y autóctono, sino que se apoya, más que nada, en el exceso de indefinición del quehacer a la espera estéril de órdenes. Un cadete nunca sabe para dónde ni cuándo, solo que tiende al trámite, la tarea más engorrosa para el ciudadano. La gente sufre haciéndolos,  los pone de mal humor, le caga el día, no disfrutan llegar tarde a sus trabajos  aunque no más sea que por sufrir un rato haciendo colas y lidiando con los problemas que sufre a diario el trabajador del trámite.
Esta ultima es una actividad en la que nos topamos con la precocidad de la calle, la virulenta volatilidad del transporte público (tan amigo, tan nuestro) y la parquedad del empleado público, o privado con sensación de invariable intelectualidad a través de sus años como testigo pasivo de ganancias siderales.  
Soy cadete, y disfruto siéndolo, lo prefiero antes que quedarme encerrado en una oficina condenando a mi cabeza, mis ojos y mis sentidos a la pérdida total del estímulo. Le escapé a la posibilidad de transformarme en un administrativo, engranaje básico y limitado de la maquinaria capitalista. Todo esto, meramente descriptivo, y lo más próximo, netamente apolítico.
Yendo un poco más a la cuestión, todo cadete estaría necesitando, previo a emprender su actividad, un curso donde se lo forme y se lo aleccione para su futuro como Tramitero.
Dicho seminario no debería durar más de 3 o 4 meses y ante todo ser lúdico y eficaz, perfil por excelencia del oficio. Se le deben inculcar al aspirante valores propios. Para citar algunos: escaparle a la ciudadana exacerbada, al insulto, la baldosa floja, cancelación de transporte, maximización del tiempo, almuerzo en movimiento, su relación con los compañeros de oficina, los organismo públicos, las limosnas, las sensaciones térmicas, el robo de útiles de librería de la empresa, y etcéteras (bis).
Un buen cadete debe mentalizarse en el transcurso de los 3 meses, como condición principal, que el horario de trabajo nunca puede corresponderse con el citado en el recibo de sueldo. Por convicción debe, en toda situación, retirarse y emprender el regreso a casa dos o tres horas antes del final de la jornada. Pero nunca, y digo nunca como entidad  indeclinable, debe quedar en evidencia con el empleador, éste tendrá que disponer de un marco, un contexto y un glosario de respuestas firmes y sentenciosas frente a las sospechas.
Donde la mayoría de los futuros flaquea es cuando se los hace caminar 45 km adentro de un galpón donde se simulan diferentes escenarios posibles. Lluvias, sudestadas, sol penetrante, y el calor de rotisería del subte.
Al inicio del curso se le dará a todo aspirante un sobre que deberá llevar consigo y entregar el último día de clases en perfectas condiciones, es decir, sin que se le hayan doblado las puntas.
Ser cadete no esta tan mal, solo es cuestión de mirar alrededor.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Talentos contemporáneos




Buscamos guanacos de 24 a 35 años que tengan buena predisposición para escupir, salivar y babearse (en caso de que sea necesario) sin sentido aparente. Que sean proactivos, diferentes y tengan buena relación con los distintos animales que compartirán la zoodesca.

Casting:

Beshugo. Llama. 24 años

Recepcionista 1: Buenos días, bienvenido a Uriman entreteinement magmagent asociete.
Beshugo: Que tal, rica. Estoy para el casting.
Recepcionista 1: Perfecto. Espereme que le tomo unos datitos. ¿Me podría decir su nombre y apellido?
Beshugo: Beshugo.
R1: ¿Nombre?
B: Beshugo, es mi nombre y mi apellido, con estos concursos que organiza el zoológico para que los nenes me pongan nombre no sabes con lo que te van a sorprender, igual los amigos me dicen marquitos.
R1: ¿Numero de libreta de salubridad?
B: 45816584-8896-21-453.256.312.488.632.964
R1: Que memoria de elefante. Quédese quieto ahí que le saco una foto.
B: Llama! Mal aprendida, elefante no, llama. La foto la estoy cobrando $35, pero dale, dale, que no se entere mi agente.
R1: (Sonríe, por sonreír nomás, de macanuda que es) Valla por el pasillo al fondo, pasando la primera arcada tome el corredor a la derecha, se va a encontrar con una escalera, baje un piso. Siga caminando en sentido de las agujas del reloj hasta que vea al fondo a una señora con un gorro amarillo, siéntese y espere a que lo llamen.

(No entendió bien lo de las agujas del reloj, primero porque no conoce los relojes, segundo porque físicamente no lo lleva a ningún lado, es como un perro que busca su cola)

R2: Muy buenos días. (Baja la mirada y busca en una planilla). Señor Besugo no?
B: Beshugo, señorita, con la H y nada de muda, nada de nada.
R2: Oh! disculpa mi ignorancia..
B: No se preocupe, vamos a lo que nos compete. ¿Un vasito de coca puede ser? Por si me hacen escupir viste, le da como más cuerpo.
R2: Ah! Veo que es ud. un profesional. Ya le traigo.

(La recepcionista va a la cocina, busca el vaso de coca y se lo trae lleno, hasta el tope)

B: Muchas gracias, señorita. Puede tomar un poco ud. primero? Porque sino le voy a meter la lengua y voy a hacer un desastre, va a rebalzar. La alfombra es bastante berreta, por eso no me preocupo, pero que ande salivando de acá para allá no quiere decir que no tenga modales.
R2: Por nada, buen hombre... mejor dicho, guanaco. No, no, no, disculpa, digo guanaco de llama, no se ofenda, señor, me parece de lo más simpático.
B: Deja, deja, así esta bien.

(Mientras espera en la sala de ídem, se lo nota nervioso, carraspea, busca donde no hay. En la televisión pasan un documental de Discovery donde aparecen varias estrellas reconocidas, se le llenan los ojos de lagrimas y piensa algún día llegar a conquistar, como ellas, la pantalla chica)

 Entrevistador: (Grita, esta él solo pero grita) Beshugo!
B: Acá, que tal, si como no.

(Ya adentro de una oficina inmensa, con un ventanal más grande que la misma oficina. No se sabe como pero la ciencia evolucionó tanto en estos últimos años que nada nos sorprende)

E: Siéntese, póngase cómodo.
B:(mira alrededor y no ve mas que sillas corrientes y comunes) Se agradece, prefiero estar parado, viví mucho tiempo con una Jirafa que me cuido ya que a mi madre le sacaron la tenencia por malos hábitos, y adopte la propensión de ellas a no poder estar acostadas o sentadas por más de 15 minutos, sino se le afloja la valvulita, no le llega sangre al cerebro y se mueren. No tiene historia, se mueren y no te lo mandan a decir nada.
E: Tal cual, me imagino, cuanta injusticia. Ahora que me contás esta historia de tu madre, pienso que fue muy traumático para ud. ¿Con la crianza no tuvo problema, pudo adoptar bien el habito de salivar? Cuénteme, me interesa.
B: Y no claro, imagínese ud. uno crece rodeado de otras costumbres, otra cultura. Le voy a decir que sufri mucho, no disfrutaba de pasar las tardes mirando el horizonte y darme de a latigazos con la cabeza/cuello de otra jirafa, tuve tortícolis. No le veia el sentido, era una barbaridad. Pero con esto de la Internet, yo prácticamente me crié viendo videos de guanacos y llamas en youtube y así aprendí a ser uno hecho y derecho, a los tumbos.
E: Aha... y ¿con el idioma no tuvo problemas?
B: Al principio tengo que reconocer que me costó, muchisimo, yo venia con la lengua materna. Pero tengo que agradecerle a la vida, por que donde te quita te da, ahora soy bilingüe y eso me abrió muchas puertas. Soy un tipo de mundo, un poco de por aquí, un poco de por allá y otro poco de mas allá del allá. De los que nos decimos viajados.
E: Mire ud. Estuve viendo su currículo, trabajó en una comercio dedicado a la venta de artículos de caza y pesca, como publicidad estatica en vía publica. También veo que era franquero en el zoológico de Buenos Aires.
Hábleme un poco de su experiencia laboral.
B: Y... básicamente eso, todavía soy joven, hice alguna changuita que otra, pero no mas que sacarme algunas fotos, hacer presentaciones en vivo para nenes, lo normal.
E: Bueno, ahora en la hoja que tiene enfrente me va a dibujar un hombre bajo la lluvia. Simplemente eso.
B: (Mira incrédulo, irónico, sabiéndoselas todas) Mirá... señor, manos como lo que se dice manos para agarrar el lápiz no tengo, se me va a complicar. Pero no tengo problema, tirame pintura en las patas y vemos que hacemos, me doy maña, soy proactivo, busco retos, tengo capacidad de superación.
E: Entiendo, bueno a ver con esta. Le voy a mostrar 3 imágenes y ud. me tiene que decir que ve.
B: (Pasmado, asiente con la cabeza)
B: Un gallo de pelea con un ataque de pánicos.(Duda, se aleja, se acerca, cierra un ojo) Un Puercoespín afeitado a cero. (Sin titubear, apenas se la muestra) Y un pez estresado.

(Ambos se miran. Beshugo no aguanta la presión y descansa la vista refregándose los ojos con las cuatro patas, le ganó a la física. El entrevistador vuelve a mirar las imágenes, tratando de ver lo que el otro)

B: Y... que tal me fue?

(Silencio)

E: Mirá, no das con el perfil que estamos buscando para la empresa, cualquier cosita te volvemos a llamar entre la semana que viene y la otra.
B: No espera, no me preguntaste nada, todavía no me viste hacer mi gracia. Necesito el trabajo, la mano viene dura y tengo una nena de 2 años.
(Beshugo desesperado, no sabe como reaccionar. Se da media vuelta y empieza a escupir para todos lados. Primero cortito y sustentozo, después largo y lluvioso, por último hace la ametralladora)

B: Querias que escupa, que babee, toma.
E: Para, para loco, ¿que te pasa?, me estas mojando todos los papeles, no seas maleducado, no es cuestión de andar escupiendo por la vida.
B: Anda a cagar vos, mi señora y la conchuda de la recepcionista que me dio Coca Light.













domingo, 1 de mayo de 2011

Sobre mañanas, cepillos y rutina

Cuando siempre me cuesta despertarme, cuanto tanto le tendría que costar al 87% de los argentinos. No puedo arriesgarme y  decirles todo el mundo porque hay casos testigo como los japoneses que no les cuesta nada despertarse, andan durmiendo en una especie de sarcófagos 2.0 abarrotados en la pared con filas y columnas de 6 habitáculos por 6, tanto que da un total de 36 lugares disponibles para que descansen igual cantidad de japonesisnis. Si calculamos que la plantilla laboral japonesa es de 105 millones de personas, que los turnos son de 8 hs rotativos y que las calles céntricas se registran constantemente colapsadas, se necesitarían 2.916.666,6666666667 de paredes, o la cantidad de 291.666,66666666667  campos de football americano para albergar tal magnitud de material humano. Lógicamente a nuestros compañeros orientales no les cuesta despertarse, salen como por un tubo hacia sus trabajos de buenas a primeras.
A los uruguayos, en cambio, muy hermanos míos, los pudiere meter en la misma que nosotros, pero no, orientales son y orientales serán hasta que decidan lo contrario. Mate y bicicleta en mano, arrancan el día cual sordo que asoma una matraca, sin comerla ni beberla. Los Uruguayos (los pongo en mayúscula, a pesar de su calidad de gentilicio, porque son Estado en calidad y cantidad de gente, desatinando tomar en cuenta al territorio de la Republica Oriental del. Y asumen carácter de Nación, al ser Uruguay) al mejor estilo Estado gitano, si anduvieran sueltos por el mundo sin superficie propia, lo harían como una Nación/Estado donde se come, se educa y se lee el diario andando en bicicleta.
Muy a pesar, todo argentino que se jacte de descansar, según mis pretenciosos cálculos, le tiene que, a posteriori, costar despertarse. Hay que comprometerse, hay que desear, actuar y lograr descansar al dormir, de manera tal que ingresemos a tamaña paz interior y descendamos tanto dentro nuestro que para volver de aquel estado, siendo lógicamente accesible, debamos calentar decenas de mecanismos internos. Situación que le demandaría a nuestro organismo poner la maquina a funcionar durante, por lo menos, 3 o 4 horas y ahí recién mirar con prosperidad al futuro inmediato.
Más allá de toda esta deferencia en la que logro ubicarme, quisiera hacerles saber que hoy, al igual que ayer, que ante ayer y tátara tátara ayer, mi despertar fue paulatino, (pobre Paulo, siempre atina, el por las dudas atina, nunca quiso ser un tibio) muy de a poquito, como se construyen los grandes proyectos. Como primera escala, tras desdeñar excusas y evaluar responsabilidades, considere apropiado bañarme. Desde hace ya un tiempo resolví que si me lavo los dientes mientras normalizo la barrita de higiene bajo la lluvia (un calefón algo strarrio hace que su temperatura se torne tan irregular, tan extremista, que en el verano se charlaba, pero que duro que será el invierno querido calefón, no te quiero ofender pero quien quisiera un ordenado termo tanque, que haga todo un poquito más homogéneo; en fin la sensibilidad anda chocha), cuando salga me iba a sentir más útil y jovial, dicho y hecho.
Pero ayer cuando agarro el cepillo de dientes para cumplir con uno de los paso del proceso, nada fuera de lo común, me mira, lo miro y no fuimos uno, yo de esas cosas me doy cuenta y no sentí lo mismo que siempre, estaba cambiado. Sé que lo del cepillo Philips eléctrico le pude haber molestado, pero tenía que entenderme, quien puede ante las mieles, me deje llevar como un adolecente. Eso ya está charlado, al pasado irremediable hay que dejarlo ir, al igual que el mar dejo ir a Willy y luego volver más coleante que nunca.
Ignoro qué fue lo que le paso, tal vez una pelea con algún compañerito cepillo. Hay muchos celos y competencia, que quien tiene el mejor grip, quien tiene el mejor cabezal, que el mío es con cerdas de nylon, aja mira que el mío esta hecho 100% con pelo de antílope natural, natural, del bueno, que yo soy extranjero, made in Bulgaria, vengo de afuera con otra cabeza. O algún cruce con la pasta de dientes, tan fiel, tan suya, la convivencia es fatal, erosiona hasta las mejores relaciones.
No tengo definido bien cual de todas ellas fue, pero por las dudas corte por lo sano y me los lave con el dedo, no vaya a ser cosa.