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martes, 21 de junio de 2011

Secretos para convivir en una sociedad intolerante


  
Dando vueltas por donde no es digno me encontré con estas magnifica solución al problema que afrontamos diariamente en la vía publica. El lanzamiento indiscriminado de granadas. 
Como sobrevivir a una granada de fragmentación





 
Posteo esto porque después de los ataques con granada al centro histórico de Morelia y a bastantes clínicas de rehabilitación y reclusorios (aquí en México)

Estos pasos, no garantizan en un 100% que sobrevivirás a dicho ataque y en el caso de que sobrevivieras, podrías perder algún miembro externo o quedar con fuertes traumas,
pero si sigues las instrucciones tus posibilidades aumentan, bueno...

Para sobrevivir a una granada hay que hacer lo siguiente: 



*Observa donde cayó la granada. Si rueda en dirección hacia ti, tus oportunidades de sobrevivir disminuyen, hay que ser realistas, no corras, unas granadas tardan entre dos y seis segundos en explotar, al correr las esquirlas te pueden golpear o la onda de choque te puede levantar en el aire. Probablemente el atacante preferirá cocinar la granada, esto es, dejarla en sus manos un par de segundos antes de lanzarla, así la granada no caerá al suelo y explotará en el aire.
La mayoría de los sicarios sin instrucción militar no hacen esto, pues son temerosos al lanzar una de estas piñas.
 

(Si tenés tiempo en realidad corré, de última te harán un par de agujeros en los pulmones, el hígado y la columna vertebral, pero nada que la ciencia actual no pueda solucionar con plastilina y mucha mucha paciencia)  


  
*Tírate al piso, boca abajo, alejado de la granada, apunta tus piernas a la granada, junta tus tobillos, poner las suelas de tus zapatos juntas actuará como escudo entre tu cuerpo y la explosión. Con esto, tus zapatos, pies y piernas absorberán el daño, antes de penetrar órganos vitales. 
 
 (Y así querido amigo, pasaras el resto de tu vida en una hermosa silla de ruedas. Que si tenés suerte, plata o boletos de colectivo la podes llegar a pasar bien con alguna con motor. Pero solo un tiempo, porque todos sabemos que la diversión de manejar la sillita automática al mes se nos pasa y lo único que queda después es la depresión. La granada se lleva nuestras piernas y todas las posibilidades de ganar la promoción de Pepsi y jugar un picado con la bruja Verón. Si no de ultima para no sentirte tan mal, la podes pintar con colores con mucha alegria, ej.: Rojo, amarillo y flúor. Aunque el flúor no sea un color, es lo único que puede salvarte de la desidia. También, para hacer todo más práctico y ni siquiera tener que levantarte de la silla, agrégale un buen posavasos tamaño gigante y un dispenser de agua fría-caliente conveniente tanto para el mate cocido del invierno como para el jugo para diluir del verano que se viene.) 

*Pon tus codos al lado de tu caja torácica, el pecho si no sabes de anatomía, cubre tus oídos con las manos. Cubrir tu torso con los brazos, tu cabeza con las manos aumenta tu oportunidad de sobrevivir. 
  
(Si no sabés de la religión musulmana, la caja torácica, es la caja donde Alá guardaba la Torá (sagrado testamento musulman) y todos los chiques con que emitía sus milagros.)
  
 
*Cierra los ojos, abre la boca, esto es para evitar que la onda de choque, el cual es aire comprimido no destruya tus tímpanos ni tus pulmones, porque la presión fuera de tu cuerpo y dentro del mismo se ecualizará y así tendrás un daño mínimo en tejidos.
Debes de quedar así:


    
(Si quedas así de asustado te salvas. Tené cuidado cuando abrís la boca, que no entren moscas. Porque tampoco que por hacer una cosa, dejemos de lado la otra. Los extremos son malos. Recordá: cuanto más asustado luzcas, mejor, la granada prefiere no derramar sangre, es terminante, violenta, pero tiene sus lineamientos morales. Lo bueno de enfrentarte a una granada y demostrarle miedo es que al contrario de lo que pasa en las tomas de rehenes, el que pone en peligro tu vida no tomo paco, ni nada por el estilo. )  
Ahora ya sabemos que tenemos que salir atentos a la calle y mirar por las ventanillas del colectivo, porque cuando menos te lo esperás una señora saca de su bolsa con estudios médicos una granada y vos, gracias al posteo del amigo mexicano, ya sabes cómo defenderte.
Salí a la calle como un campeón y paralas con el pecho.

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